Llegó aquel tan ansiado fin de semana por Marina, era viernes y Marina se disponía a salir con su amiga Esther habían quedado como siempre, en el portal de Marina, esa tarde las esperaban las grandes calles de Madrid. La verdad es que esa tarde para Marina y Esther fue como tantas otras, un poco de compras más tarde un frapuccino de vainilla para Esther, un té helado para Marina del Starbucks y de vuelta a casa.
Al día siguiente ...
Era un día importante, un día especial, por eso Marina y Esther se levantaron efusivamente de la cama, se arreglaron juntas como era habitualmente y salieron camino al picnik, donde les esperaban todos sus amigos, o eso creían ellas por que al llegar se dieron cuenta que eran las primeras, eso no importo esperaron mientras se fueron reuniendo, la verdad es que pasaron una buena tarde. De vuelta a casa se iban contando cosas que habían pasado en la semana y recordandose cada minuto lo mucho que se querían, esa noche como de costumbre Esther se quedaba a dormir en casa de Marina.
Horas más tarde ...
De repente empezó a sonar un móvil, era el móvil de Marina, ¿Quién sería a esas horas? Si como podréis suponer era Raul, estaba llamando de nuevo a Marina pero .... ¿Para qué? resultó que Raul quería verla esa noche, la dijo que se acercaría con un amigo en el coche que pasaría a recoger a Marina y a Esther y se irían a dar una vuelta ... pero los cálculos fallaron una vez más y al final .. pudo ser y no fue.
A la mañana siguiente ...
Raul llamó a Marina y le dijo de quedar el próximo fin de semana ... ¿Pasará algo entre ellos? ¿ Raul habrá cambiado y no será como aquel niño de la infancia?
Continuará ...
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